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¿Te has preguntado alguna vez cómo se inventaron los quesos de oveja? La pregunta es difícil de responder. Para llegar al delicioso lácteo de nuestros días, transcurrieron miles de años y millones de queseros. Quizás no sabías que los primeros lácteos fermentados fueron de leche de oveja y de cabra. Estos mamíferos se caracterizan por ser muy productivos con relación a su tamaño, transportables y resistentes a diferentes medios. Sin embargo, son las ovejas negras las reconocidas por proveer el mejor queso del mundo.

No es de extrañar que los primeros humanos se dedicaran a domesticarlas. La vaca tardaría unos 2000 años en convertirse en ganado dócil. Esto indica que el queso de leche de oveja tiene, por lo menos, dos milenios de ventaja en su elaboración. En este sentido, nuestro producto, por su perfecto equilibrio de sabores, la riqueza en su textura y la prolongada impresión que deja en boca, se ha convertido en el mejor queso de oveja de España. ¿Te gustaría conocer más sobre los mejores quesos de oveja y dónde comprar queso manchego de oveja elaborado de forma artesanal?

Selección de los mejores quesos de oveja

El queso puro de oveja es capaz de contener una gran cantidad de notas, aromas y sabores. Cada parte del proceso de elaboración jugará un rol en el producto final. En ese sentido, todo empieza con una materia prima: la leche de oveja. Este maná natural, sumado a un proceso delicado y concienzudo, es lo que convierte a nuestra quesería en un referente del queso artesano de oveja.

Tipos de quesos de oveja

Las variaciones dependerán de un gran número de factores: naturaleza de la leche (si es cruda o pasteurizada), tiempo de curación, maduración y condimentos añadidos. El queso de oveja de leche cruda destaca por su matiz sutil, lácteo y picante, mientras que aquellos quesos curados realizados con leche pasteurizada presentan más consistencia.

El queso elaborado con leche cruda alcanza una elevada complejidad de sabor, por lo que se convierte en la opción perfecta para los clientes más atrevidos. No obstante, existe un queso artesano de oveja manchega para cada ocasión, así que no está de más permitirse explorar el tierno o el semicurado. No importa que prefieras los quesos de leche cruda u otros, un buen queso artesano será aquel elaborado con esmero y cuidado de orfebre en cada momento de su confección.

Queso de oveja curado

El queso de oveja curado presenta un sabor intenso natural, acompañado de matices ácidos, grasos y salados. Su carácter añejo le otorga potencia gustativa, así como una larga presencia en boca, por lo que es ideal regarlo con vinos blancos con cuerpo, de uva chardonnay, que hayan pasado por crianza en barrica. También es una excelente alternativa para acompañar un buen pan de corteza gruesa y masa madre. Las notas a levadura y a cereal de una hogaza combinarán a la perfección.

En caso de que busques un sabor suave y afrutado, pero no tan lácteo, el queso de oveja semicurado es el punto medio ideal. Debido a su corta estancia de maduración, es un queso muy aromático y de textura cremosa, pero con el suficiente cuerpo para presidir una mesa de quesos. El queso semicurado encuentra un excelente acompañante en vinos blancos ligeros, como el albariño, y panes de fermentación corta, como las clásicas baguettes.

El queso manchego curado alcanza renovadas cotas de sabor cuando se combina con productos de igual singularidad, como el aceite de oliva virgen extra. Es el caso del queso de oveja en aceite que, gracias a su proceso de curado en aceite, combina los más delicados sabores del fruto de la tierra con la exquisitez láctea del queso. Se distingue por su textura firme y compacta, así como por un sabor que impregnará por completo tu paladar. De hecho, el queso en aceite es uno de los preferidos de nuestros clientes.

Muestra de la elaboración artesanal y la confluencia de sabores únicos es el queso de oveja curado con romero. Para paladares exigentes que buscan nuevas experiencias sensoriales, la combinación de romero y queso es tan antigua como deliciosa. Gracias a su potente sabor y olor, no perderá protagonismo ante ningún vino.

Queso fresco de oveja

El queso fresco de oveja se caracteriza por un sabor lácteo y sutil, así como por una textura suave y un olor profundo. Debido a su versatilidad, el queso de oveja tierno permite una gran cantidad de combinaciones. Es ideal para acompañar con sabores dulces, como mermeladas y frutas en conserva. Asimismo, será una merienda o un desayuno magnífico en forma de pincho, con una base de pan fresco, un tomate cherry ensartado junto a una hoja de albahaca y un fino hilo de miel.

Pruébalo en postres y se fundirá a la perfección con los demás sabores. El queso tierno en una tarta de queso supondrá un nuevo matiz de sabor mantecoso, salado y ligeramente ahumado. Es también una opción idónea para acompañar vinos generosos, como el amontillado y el oloroso, en una cata de vinos y quesos que dejará boquiabiertos a tus invitados.

Queso viejo de oveja

Los sabores intensos pertenecen a los paladares conocedores. El queso viejo de oveja es de los productos más trabajados de nuestro catálogo. El paso del tiempo, el mimo artesano y una materia prima de excelente calidad convierten este queso de oveja añejo en un auténtico manjar. Debido a su singularidad, combinar semejante portento es una tarea complicada.

La alternativa más segura son los grissinis, que permitirán limpiar el paladar entre bocado y bocado sin eclipsar el sabor. El vino a elegir debe ser balanceado, sutil y redondo. No es descabellado acudir a un tinto de uva tempranillo, con poco cuerpo.

Los productos lácteos evolucionan y se transforman al pasar los meses. En ese sentido, los beneficios del queso de oveja, así como el incomparable sabor que le acompaña, alcanzan su más delicada expresión. El queso viejo de oveja contiene la menor cantidad de lactosa posible, por lo que es más fácil de digerir y, además, supone un importante aporte de proteínas, calcio y fósforo.

Queso de oveja manchego

El queso manchego de oveja es tan especial que constituye un regalo perfecto para cualquier ocasión. En ese sentido, trasciende todos los estándares a los que están sujetos la mayoría de los quesos mundiales. Su más refinado exponente, el queso de oveja negra manchego, es una delicia exclusiva de la región de Castilla-La Mancha. Esta variedad bovina en peligro de extinción produce una leche única, lo que convierte al queso manchego en un producto exclusivo y delicioso.

Los complementos ideales de un queso manchego de oveja son un vino de esta región, el aceite de oliva virgen extra y el pan de masa madre. Las uvas cabernet sauvignon, merlot y malbec serán buenas acompañantes de mesa, siempre y cuando compartan denominación de origen con el queso. El vino servirá para aclarar la lengua, puesto que el queso manchego artesano, al ser muy graso y potente, deja un remanente notable tras algunos minutos de degustación. Es ahí cuando se hace necesario un sorbo de vino para volver a impresionar a las papilas gustativas.

Principales productores de queso de oveja

España tiene más de 2 millones de ovejas de ordeño, lo que equivale a unos 510 millones de litros de leche cruda de oveja. El queso de oveja español tiene la peculiaridad de que se prepara con distintos métodos. Varias comunidades autónomas tienen su propia elaboración con este lácteo, por lo que se conforma un panorama regional que nada tiene que envidiar al de los quesos internacionales.

La comunidad autónoma que más queso de oveja produce es Castilla y León, con un 58 % del total nacional. Otras regiones reconocidas por su producción de quesos, exclusivamente a base de leche de oveja, son Extremadura y Navarra.

Sin embargo, de entre toda la constelación de productores de quesos de oveja manchega españoles, la región de Castilla-La Mancha es la que tiene más acervo, experiencia y tino en la fabricación de queso manchego artesano. Aquí se produce más del 30 % del total nacional, por lo que los conocedores españoles, y también del resto del mundo, advierten al instante los matices, la firmeza y la dulzura de un queso de oveja manchego rico y complejo.

El queso de oveja originario de La Mancha debe su peculiaridad a diversos factores. El primero es el cuidado puesto en el ganado, su entorno y crianza. El segundo y no menos importante se relaciona con la raza manchega de oveja negra. En la región de La Mancha, esta variedad alcanza los porcentajes más altos de la península, por lo que su producción lechera no tiene equivalente en el mundo. Los quesos españoles deben mucha de su fama y proyección mundial a dicha estirpe bovina.

Gracias a unas características de la materia prima irrepetibles en el mundo, cuidado artesanal y diversificación de las elaboraciones, los españoles pueden estar orgullosos de poseer entre sus productos uno de los mejores quesos del mundo. Si eres amante del queso de oveja o de cabra, entra en nuestra web. Nuestro catálogo cuenta con varias de sus más suculentas manifestaciones. Encontrarás quesos de oveja manchega baratos y de máxima calidad. Visítanos y sorpréndete de todos los sabores suaves, dulces, salados, grasos y picantes que se esconden tras los quesos de oveja.

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