Si te apasiona el mundo de los quesos, es probable que te hayas formulado esta pregunta: ¿qué es mejor el queso de cabra o de oveja? A continuación, te ofrecemos todas las claves por las que nos decantamos por el queso de oveja.

Características del queso de cabra

Las características del queso de cabra son diversas. La primera es que está elaborado con leche de cabra. Suele tratarse de un queso de textura intermedia que, por cierto, no está hecho para todos los paladares dada su potencia de sabor. Sin embargo, hay otros factores que veremos más adelante y que te ayudarán a conocerlo mejor.

Propiedades del queso de oveja

Entre las propiedades del queso de oveja destacan que está elaborado con leche de oveja y un aspecto compacto. Suele haber más variedad de alternativas y su gama de sabores es bastante más amplia, lo que te permite elegir el que más te guste con facilidad.

Principales diferencias

Tras esta pequeña introducción, es necesario comentar cuáles son las principales diferencias entre el queso de cabra y el de oveja. Dividimos la información en distintos apartados para que te sea más fácil conocerlas.

Animal de procedencia

El animal de procedencia de cada queso marca, de forma definitiva, el resultado final. La oveja tiene una morfología y una alimentación distinta a la de la cabra. Es habitual que las cabras coman más hierbas silvestres y aporten menos grasa a su leche. Las ovejas, por su parte, no son tan independientes y aportan más grasa, lo que incide en la excelente calidad de su leche.

Valor nutricional

Las diferencias en el valor nutricional son dignas de tener en cuenta. Al valorar los nutrientes que aportan, el queso de oveja es rico en vitaminas y proteínas y aporta calcio en grandes cantidades. También contiene potasioácidos grasos, muy poco colesterol y en torno a unas 96 calorías por cada 100 gramos. Suele digerirse con mayor facilidad al no contener demasiada lactosa.

La misma cantidad de queso de cabra aporta 460 calorías. Su contenido de grasa es de unos 19 gramos en comparación con los 6, 26 de media del de oveja. La leche de cabra contiene menos lactosa caseína, pero al tratarse de un alimento hipercalórico no es conveniente su consumo habitual. Como ventaja, aporta 22 gramos de proteínas (cuatro menos que el de oveja) y 123 mg de potasio (23 más que el de oveja). En ocasiones, puede ser indigesto.

Sabor

El sabor del queso y su aroma son dos aspectos diferenciales. El de cabra tiene un sabor intenso independientemente del tipo elegido. El de oveja ofrece un espectro que va de un sabor suave al más intenso. Incluso al probar un queso de oveja curado, podrás apreciar una ligera acidez que en el caso del de cabra no es fácil de aceptar por todos los paladares. El sabor de un queso de oveja se identifica con enorme facilidad. El de cabra dependerá del tipo elegido, de su maduración y de otra serie de aspectos complementarios como la alimentación del animal.

Apariencia

La apariencia de cada queso es también diferente. El de cabra tiene un aspecto menos recio. El de oveja es siempre similar incluso si compras un queso de oveja de leche cruda. Su solidez es su principal virtud.

Usos culinarios

Los usos culinarios son también casi totalmente distintos. El queso de cabra tiene un uso en la cocina quizá algo mayor que el de oveja. Está presente en platos y recetas como la pasta o las pizzas. También se usa en ensaladas, por lo que puede concluirse que el queso de cabra es perfecto por ese sabor tan especial. Si te gustan los quesos con sabor fuerte y picante, podría ser justo el que estás buscando.

Sin embargo, es importante mencionar que el queso de oveja, como lo son buena parte de los quesos manchegos, tiene una textura fina y suave que se adapta a todo tipo de platos. No podemos obviar que alternativas como el queso de oveja semicurado encaja a la perfección con cualquier sabor y aroma. Lo que queremos decir es que todo dependerá de lo que prefieras. El uso del queso de cabra, especialmente el de larga maduración, tiene un sabor tan fuerte que terminará por difuminar el de los ingredientes.

Los quesos de oveja curados o semicurados te ofrecen diferencias de matices marcados por el uso de leche cruda o leche pasteurizada para su elaboración. Es decir, se trata de un queso en el que hay más diferencias de las que pensabas. De gustarte lo más intenso, el queso curado de oveja es excelente para tomarlo en aperitivo, añadirlo a una receta o tomarlo en ensaladas.

Otra de las ventajas de este último tipo de queso es que puedes tomarlo solo al no necesitar ningún tipo de acompañamiento. El de cabra también admite esta forma de probarlo, pero suele usarse combinado con otros ingredientes para suavizar sus matices. Asimismo, el queso de oveja no suele necesitar de especias o de otro tipo de añadidos como lo hace el de cabra.

Por lo tanto, se podría concluir que se trata de dos productos distintos y que todo dependerá de tus gustos personales. El queso de cabra y oveja podría ser una alternativa intermedia, pero si tuviéramos que decantarnos por un tipo de queso, nos quedaríamos con el de oveja. Si estás a dieta, o te cuidas, buscas el sabor a queso más agradable o no te resistes a añadir este alimento a cualquier plato, es la alternativa que mejor encaja contigo.

Lo importante es que tengas claro que el consumo de queso es imprescindible para tener un buen estado de salud. Sus nutrientes esenciales y su adaptabilidad a cualquier tipo de plato juegan a tu favor. ¿Qué es mejor el queso de cabra o de oveja? Revisa la oferta disponible de quesos de oveja y de cabra, ve probando cada tipo y no tardarás en encontrar el que mejor encaje en cada ocasión y con tus gustos particulares. Disfruta al máximo de cada cuña y pon a prueba tu paladar. Seguro que te sorprendes en cada bocado.

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