Seguro que si te gusta comprar queso manchego o comprar queso de oveja en formatos grandes a menudo, te habrás preguntado si se puede congelar el queso. La respuesta es sí, la mayoría de los quesos se pueden congelar. Pero dependiendo del tipo y de cómo lo hagas, perderá sus propiedades de sabor o de textura. Por eso, a continuación te damos consejos para conservar el queso y que puedas seguir disfrutando de él lo máximo posible.
Los quesos y la congelación
En general, no da buenos resultados congelar los lácteos, pues la clave es que la grasa y el agua tienen diferentes puntos de congelación. Es decir, lo que sucede con los quesos y la congelación es que mientras está bajando la temperatura de estos alimentos al congelarse, cada uno de ellos se congelan en un momento diferente y, por tanto, se separan. Lo mismo sucederá de nuevo al descongelarse, con lo que la separación se acentuará. El resultado: el queso se desmenuza, aunque las bacterias y propiedades saludables se mantienen.
Sin embargo, hay quesos que se pueden congelar y quesos que no se pueden congelar porque depende de la textura y la cantidad de agua y grasa que contiene el queso. Además de cambiar la textura, se separa la parte grasa de la acuosa y el queso pierde aroma y sabor.
Además, al descongelar no olvides separar los quesos de los que no has congelado y de otros productos de origen lácteo, ya que si están cerca, enfriará los demás quesos y podrían también perder su textura y sabor. Lee nuestra guía para congelar el queso y descubre cómo mantener sus propiedades lo mejor posible.
¿Qué quesos se pueden congelar?
En realidad, cualquier tipo de queso se puede congelar y después se podría comer sin riesgos, siempre que respetes los consejos de congelación y conservación que te daremos más adelante. Pero algunos quesos pierden su textura y se altera su sabor, con lo cual ya no resultan tan agradables al paladar y pierden calidad. Lo primero que has de saber es qué quesos aguantan mejor la congelación, entre distintos tipos de quesos.
- Los quesos frescos como la ricotta, el mató, la mozarela, el feta o el queso burgos tienen una gran cantidad de agua y grasa. Por tanto, no soportarían la congelación porque se formarían cristales de hielo que destrozarían las células grasas del queso.
- Los quesos tipo brie o camembert pierden la consistencia pero aguantan mejor la congelación, por lo que después se podrían utilizar, por ejemplo, como untables.
- Los quesos azules se ven menos alterados, pero al descongelarse se desmigajarán fácilmente.
- Los quesos curados son los que soportan mejor el proceso aunque, como tienen una estructura bastante rígida, puede que se desmigajen al cortarlos.
- Los quesos semicurados son los que mejor resisten la congelación, y pueden salir totalmente indemnes del proceso si los congelamos adecuadamente.
Como ves, puedes congelar bien los quesos curados y semicurados y, a continuación, te diremos cómo hacerlo correctamente.
Queso semicurado
Puedes congelar nuestro queso manchego semicurado, ya que pertenece al grupo de quesos que soportan mejor la congelación, igual que el gruyere, el emmental, el gouda… Solo tienes que conservar el queso semicurado de la forma que te indicamos más adelante y, así podrás congelar el queso adecuadamente. Como puedes ver el manchego semicurado entra en el grupo de quesos aptos para la congelación.
Puede que observes un reborde blanco en la parte más delgada de la cuña, pero no te preocupes. Lo importante es que conserva aroma y sabor.
Queso curado
Muchos quesos españoles, como el mahón, el majorero o el queso manchego curado, no se pueden congelar tan bien, pero no te preocupes, no se pondrán malos. El problema es que los quesos curados tienen una estructura poco flexible y por eso se pueden desmigajar.
Aparte, los quesos artesanos pueden perder aroma y sabor porque contienen muchos matices organolépticos. Para evitar esto, has de tener cuidado al descongelar, procurando una descongelación lenta.
No obstante, también puedes seguir los consejos que te indicamos y disfrutar del queso curado casi como si no lo hubieras congelado.
¿Qué quesos es mejor no congelar?
Ahora bien, ¿qué quesos es mejor no congelar? Son los que tienen mayor cantidad de agua y grasa, por lo que no soportan bien el proceso. Romperá su estructura al formarse cristales de hielo que destrozan las células grasas del queso. El resultado es que pierden más sus propiedades, tanto para cocinar como para degustarlos.
Tampoco es recomendable congelar el queso en lonchas, sea del tipo que sea. Al perder la estructura, las lonchas seguramente se romperán. Además, se pegarán entre sí o al papel que las separe.
Pero veamos los distintos tipos de queso que no dan buenos resultados al congelarlos.
Queso fresco
Los quesos frescos como la ricotta, el mató, el mascarpone, la mozarela, el feta o el queso burgos se echan a perder al congelarlos. No es que se pudran, pero realmenterompera su estructura y perdera todo el sabor. El sabor tampoco será el mismo al separarse la parte acuosa de la grasa.
Quesos cremosos
Los quesos cremosos, del tipo brie, camembert u otros quesos untosos pierden la consistencia al congelarlos, por lo que no es aconsejable hacerlo. Pero al descongelarlos, sí que se podrían utilizar como untables, ya que el sabor se conserva bastante bien y también recuperan su consistencia cremosa.
Quesos con hongos
También conocidos como quesos azules, los quesos con hongos como el queso cabrales, el stilton o el queso roquefort pierden consistencia. No quedarán afectados por los hongos, que simplemente detienen su actividad al congelarse, pero se desmigajarán más. Si esto no te molesta, puedes probar congelarlos.
Cómo congelar correctamente el queso
A continuación, te damos varios trucos y consejos para que sepas cómo congelar correctamente el queso. Este es el proceso más adecuado:
1. Partir en porciones el queso. Si se trata de un queso redondo o en cuña, corta cuñas de manera que la parte externa tenga un espesor de unos 2-3 cm.
2. Envolver cada trozo en papel de aluminio o en papel vegetal, como el que usas para el horno. Utiliza uno entero del tamaño de la bandeja del horno (mejor que sobre a que falte). Esto evita que le llegue aire y humedad, y así conserva el aroma y sabor. Después cúbrelo de film transparente y lograrás un resultado óptimo.
3. Cubre cada trozo de film transparente o mételo en bolsas de congelación al vacío para aislarlo todavía mejor de la humedad.
Puedes mantener el queso en el congelador durante 2-3 meses y tendrás que sacarlo del congelador la noche de antes de consumirlo: ¡verás que ha quedado casi perfecto! Puede que observes un reborde blanco en la parte más delgada de la cuña, pero no te preocupes. Lo importante es que conserva aroma y sabor.
Ten cuidado con la temperatura tanto en el proceso de descongelación como de congelación, ya que estos procesos deben hacerse lentamente. Mételo primero en el frigorífico antes de congelarlo y lo mismo cuando vayas a descongelarlo. Así conseguirás una descongelación lenta, es decir, no pasar directamente del máximo de congelacion a la temperatura ambiente.
Una vez descongelado, ten en cuenta que el queso solo durará alrededor de una semana en el frigorífico. No tanto como cuando metemos el queso en la nevera directamente comprado. En este caso, dependiendo de la clase de queso que sea, puede durar desde varias semanas hasta meses. Un buen queso gran reserva o un queso añejo, puede aguantar hasta seis meses.
Otras formas de conservar el queso
Ten en cuenta que el queso de las queserías se mantiene a bajas temperaturas, normalmente a unos 5-8 ºC. No obstante, las otras formas de conservar el queso y la temperatura adecuada a las que has de hacerlo dependerán mucho del tipo de queso de que se trate. Los quesos duros puedes mantenerlos a temperatura ambiente varios días; de hecho, lo recomendable es que los saques de la nevera unos 15 minutos antes de consumirlos. Además, te sugerimos que guardes este queso en la parte menos fría del frigorífico.
Lo mismo sucede con el queso en aceite de oliva. Como el aceite ya sirve para conservarlo, tendrá más aroma si no sirves el queso tan frío. Te recomendamos guardarlo en la parte menos fría de la nevera y sacarlo poco antes de consumirlo.
Sin embargo, el queso ecologico suele estar elaborado con productos más frescos, por eso es posible que no lo puedas guardar tanto tiempo. Réstale aproximadamente un 20 % del tiempo que dura el queso, según el tipo (curado, semicurado, etcétera). Lo mismo sucede con el queso de leche cruda que, al no ser de leche pasteurizada, dura menos.
Lo importante es que, sea el queso que sea, lo mantengas en un lugar fresco y seco. La humedad es lo que hace que aparezcan los hongos responsables de la podredumbre del queso.
En cuanto al envoltorio, en general todos los quesos (excepto los quesos blandos) han de envolverse en algún envoltorio que le permita respirar pero al mismo tiempo conserve sus cualidades. Lo mejor es el papel a prueba de grasa. Si no lo tienes, de nuevo puedes utilizar el papel de horno o, en su defecto, papel de aluminio.
Como has visto, se puede congelar el queso pero siempre tendrás la garantía de disfrutarlo en la plenitud de sus aromas y con su textura perfecta consumiéndolo fresco de la nevera.
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