El queso frito manchego es una de esas maravillosas tapas de toda la vida, y la calidad de los ingredientes utilizados es, como siempre, la clave del éxito. Los quesos de La Mancha tienen un bien ganado prestigio internacional, y los que se elaboran con métodos ecológicos y artesanales alcanzan la excelencia.
Si quieres saber cómo hacer queso frito manchego, la receta albaceteña original que te proporcionamos aquí te gustará. Aparte, el precio del queso manchego es más accesible de lo que pudiera parecer.
Receta para hacer queso manchego frito
Esta receta para hacer queso frito manchego tiene en cuenta la textura y el aroma que solo te brindan los mejores productos. Algunos muy apropiados son el Queso Añejo Artesano Ecológico o el Queso Manchego Curado de Leche Cruda. Un queso gran reserva te proporcionará un sabor más incisivo.
Para preparar queso frito es conveniente que sigas la receta de cocina paso a paso, pues cada uno debe hacerse con especial cuidado para que resulte inolvidable. Además de ser una magnífica tapa, es un plato sencillo que también constituye deliciosos entrantes.
Ingredientes para la receta de queso frito
Ya te hemos señalado algunos tipos de queso manchego que son muy adecuados, pero queremos recomendarte especialmente todos nuestros quesos artesanos.
Para 4 personas vas a necesitar medio kilo, y lo primero será retirar la corteza. Al ser un producto con un elevado contenido graso, quizá sea conveniente colocarlo un rato en el congelador. Podrás manejarlo con más facilidad y así sacar el mejor partido de esta receta de queso.
Los ingredientes para rebozar son pan rallado, un cuarto de kilo, y harina de trigo en igual proporción. Hace falta huevo para rebozar, tres unidades desleídas con un poco de agua. El aceite de oliva virgen extra será el más indicado para freír. Todos los ingredientes, menos el queso, deben estar a temperatura ambiente.
Elaboración
Para la elaboración de la receta necesitarás despejar la encimera. Vas a colocar cinco platos, que serán para el huevo, el pan y la harina. El cuarto es para colocar el queso ya rebozado y el último para eliminar el exceso de aceite; utiliza papel de cocina para absorberlo.
Hay que cortar el queso en triángulos o dados de unos tres a cuatro centímetros de longitud por uno de grosor. Mientras, colocamos la sartén con abundante aceite a fuego medio, y la ponemos a calentar. Bate los tres huevos en un plato hondo; no hace falta añadir sal, pues el queso ya la tiene.
El paso de rebozar el queso debes hacerlo dos veces, para que quede muy crujiente. Primero lo pasas por los huevos batidos, luego por la harina y finalmente por el pan. Repite todo el proceso y ve colocando los trozos rebozados en el plato correspondiente.
Un queso en aceite de oliva tiene la ventaja de que ya lleva este sabor antes de freírlo. Cuando el aceite esté caliente, coloca las porciones a freír en la sartén, de tres en tres para que no se amontonen. Deja que se doren por un lado y dales la vuelta. Cuando estén listas, colócalas sobre el papel de cocina. Dispón luego los trozos de queso frito en una fuente de servir, y deja un espacio central para los acompañamientos.
Acompañamientos
Esta preparación puede servirse junto a una gran variedad de acompañamientos. El más habitual para esta sencilla receta acompañarlo con un poco de mermelada de fresa. Puede ser de higos, moras, grosellas, arándanos u otros frutos rojos, y la colocarás en un platito en el centro de la fuente.
La mermelada de tomate es excelente, pues conjuga su sabor ácido con el del queso. Las verduras salteadas, tales como pimiento rojo o amarillo, también combinan perfectamente con este plato. A la hora de escoger los acompañantes, fíjate en el sabor del queso que utilizaste como ingrediente. El del queso ecológico y el queso leche cruda es siempre más auténtico y sabroso.
Maridaje para el queso frito manchego
Este plato de queso rebozado, muy tradicional y hecho con un queso de alta calidad, merece lo mejor. El maridaje para el queso frito manchego puede realizarse de forma muy acertada con tres bebidas: vino, cerveza o cava.
Si decides hacerte acompañar con un buen vino, prefiere los tintos de intensidad media con crianza, o los blancos de La Mancha con maduración en barrica. Los tintos jóvenes y suaves son la mejor opción si has preparado esta receta con un queso semicurado.
Entre las cervezas, las ideales son las lagers fuertes. ¿Has escogido un queso manchego añejo? Pues las de malta constituirán la pareja perfecta. El cava tiene la virtud de limpiar las papilas gustativas y hacer que cada bocado de queso parezca el primero. Si has seleccionado uno de sabor suave, esta bebida será la acompañante más apropiada.
Las recetas de cocina tienen, todas, sus trucos y sus secretos. Te explicamos anteriormente que en la de queso frito manchego, el rebozado es crucial. Dar vida a las tradiciones locales a través de una receta fácil es la clave de cualquier gastronomia.
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